Nota: Este texto contiene secciones no inteligibles, que en el documento
original estaban escritas con una fuente (tipo de letra) para representar caracteres en griego. Todas estas secciones
corresponden a la representación griega de los textos bíblicos citados. Considero que esta no debería
ser una limitación para aprovechar este curso.
Andrés Brugger
ESTUDIO 6
TESOROS, AFANES Y ANSIEDADES
Pasaje: Mt. 6:19-34.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1. Conocer las enseñanzas de Jesús en estas áreas de la vida del creyente.
2. Entender que en la vida de fe no deben manifestarse las inquietudes propias de quienes no son creyentes.
3. Afirmarse en la seguridad que da la fidelidad de Dios en sus promesas de cuidado.
4. Entender cual es el verdadero objetivo en la vida del creyente.
5. Aplicar la enseñanza a la vida personal.
TAREAS
1. Dedicar tiempo a la oración antes y después del estudio, pidiendo la ayuda del Señor para
entender su Palabra y poder para aplicar las enseñanzas a la vida personal.
2. Leer varias veces el pasaje que se estudia y, si es posible, en versiones diferentes.
3. Con la ayuda del "Bosquejo de estudio" analizar el pasaje que se estudia, anotando las conclusiones.
4. Volver a estudiarlo nuevamente con ayuda de las notas y comparar los resultados.
5. Responder a las preguntas de repaso.
INTRODUCCIÓN
La vida de "piedad aparente" basada en manifestaciones externas, afecta a todas las esferas de la existencia
de quien la practica. Lo único que verdaderamente tiene importancia y que debe ser motivo de atención
y consideración para el creyente es que los ojos del Señor están sobre él para ver
su corazón y no tanto sus obras. Cuando de limosna no lo debe hacer para que otros lo alaben. Si ora no
debe hacerlo para que los demás le tengan por una persona piadosa. Si ayuna no ha de hacerlo para ser visto
como un modelo de fe.
El Señor enseña sobre el alcance del compromiso del creyente con Dios. Esta es la verdadera escala
que mide la espiritualidad. Cuando el creyente afirma que Dios es su Señor, debe conocer que hay una medida,
la del compromiso, que evidenciará la realidad de esa afirmación (Lc. 6:46). Esto mismo tiene que
ver con la ansiedad. Un creyente que sirve a Dios y confía en Dios, no debe caer en la ansiedad. Esta persona
no debe pasar su vida inquieto por su posición o por su futuro. La vida de fe se manifiesta en la gozosa
confianza que abraza la provisión de Dios conforme a sus promesas.
De igual manera el sentimiento íntimo orientará el estilo de vida. El deseo de alcanzar bienes temporales,
puede convertirlos en un tesoro que esclavice la vida del creyente y haga de él una persona infeliz. Esta
orientación depende del "modo de visión" que tenga. Si está orientado hacia Dios,
buscará las cosas de Dios que son trascendentes y tendrá en menor estima las temporales del mundo.
Si la visón está distorsionada, se invertirá la escala de valores y el estilo de vida pasará
a ser terrenal y mundano.
Estas importantes lecciones son tratadas en el pasaje. El Señor que amonestó sobre el peligro de
buscar la alabanza de los hombres, lo hace ahora sobre el de codiciar los bienes de los hombres, haciéndolos
un tesoro personal (vv. 19-24). Luego enseña sobre las consecuencias de la inquietud en relación
con las cosas necesarias para la vida cotidiana, y exhorta al creyente a desprenderse de ella depositando toda
la confianza en Dios (vv. 25-34).
E) La ambición del creyente (6:19-34).
a) El tesoro (6:19-24).
1. Un mandamiento (6:19).
1.1. La instrucción el Señor.
1.1.1. "No os hagáis tesoros en la tierra"
MhV qhsaurivzete uJmi``n qhsaurouV" ejpiV th``" gh`"
No atesoréis para vosotros tesoros sobre la tierra.
1.1.2. El problema de la conducta de los hipócritas.
(1) Los fariseos conocían que Dios había prometido bendiciones al justo (Dt. 28:1-2).
(2) Ellos consideraban las riquezas como sinónimo de bendiciones.
(3) Para ser vistos como justos era preciso acumular riquezas.
(4) Eso les llevaba a cometer actos muy impíos.
(5) Habían buscado un sistema para enriquecerse.
a) Vendían servicios religiosos (Mt. 23:14).
b) Habían establecido el sistema impío del "Corbán" para no ayudar a los padres
(Mr. 7:10-13).
(6) El corazón de ellos no estaba puesto en Dios sino en sus riquezas y en aparentar piedad.
(7) Los fariseos hacían énfasis en las bendiciones del justo, pero olvidaban otras enseñanzas
de la Palabra (Pr. 23:4; 28:20).
(8) Poco a poco caían en el pecado de la avaricia y despreciaban las enseñanzas de Jesús (Lc.
16:15).
1.1.3. "No os hagáis tesoros", literalmente "no alleguéis tesoros" o "no
os atesoréis tesoros".
(1) El verbo está en presente de imperativo.
(2) No tengáis este hábito.
1.1.4. Una progresión.
(1) Comenzó con una preparación del creyente en oración, a solas con Dios (6:6).
(2) Luego sigue la vida de piedad a solas, fortaleciendo su fe (6:16).
(3) Finalmente sale al mundo donde manifiesta una vida concordante con su fe.
1.1.5. El creyente debe impactar en el mundo por la diferencia de intereses y objetivos.
1.1.6. La gloria de los del mundo son las "cosas del mundo", la del creyente es "la cruz de Cristo"
que lo libera y separa del mundo (Gá. 6:14).
1.2. La prohibición y su alcance.
1.2.1. No debe aplicarse sólo al dinero.
1.2.2. No dice que no os hagáis de dinero, sino de "tesoros".
1.2.3. El Señor no se ocupa de las posesiones del creyente, sino de su actitud hacia esas posesiones.
(1) La importancia no se vincula a lo que se pueda tener, sino a la actitud hacia lo que se tiene.
1.2.4. El problema no esté en que el creyente posea riquezas, sino en que las riquezas posean al creyente.
1.2.5. Hay ejemplos notorios de creyentes ricos.
(1) Abraham (Gn. 13:2).
a) Era amigo de Dios (2 Cr. 20:7; Is. 41:8; Stg. 2:23).
(2) Zaqueo (Lc. 19:2).
a) Se le llama "hijo de Abraham" (Lc. 19:19).
(3) José de Arimatea (Mt. 27:57).
a) Fue discípulo de Jesús.
1.2.6. "Tesoro" es todo aquello que ocupa el corazón.
(1) Pueden ser cosas tales como la familia, el trabajo, el estudio, la casa, el deporte, la política.
(2) Cualquier cosa que lleve cautivo el corazón.
1.2.7. En este sentido hay ricos libres de sus tesoros y pobres esclavos de los suyos.
1.3. El lugar de los "tesoros".
1.3.1. "En la tierra".
1.3.2. La tierra es algo temporal (2 Co. 4:18)
1.3.3. Por la caída está bajo maldición (Gn. 3:17).
1.3.4. Destinada a destrucción con todo cuanto hay en ella (2 P. 3:7-10).
1.3.5. Las cosas terrenales no tienen valor al lado del eterno peso de las celestiales (2 Co. 4:17).
1.7.6. El creyente está llamado a no poner su confianza en las cosas de la tierra (Job. 31:24-25).
1.4. La primera razón para no procurarse tesoros terrenales.
1.4.1. "Donde la polilla y el orín corrompen".
o{pou shV" kaiV brw``si" ajfanivzei.
Donde polilla y herrumbre hace desaparecer.
1.4.2. Los tesoros terrenales son vulnerables porque se deterioran.
1.4.3. "Polilla", deposita sus huevos en los tejidos y las larvas se alimentan de la tela, destruyéndola
o deteriorándola de tal modo que se hace inservible (Is. 51:8a).
1.4.4. "Orín", la corrupción de los metales.
1.4.5. Posiblemente el Señor utiliza estos dos elementos deteriorantes de forma genérica para referirse
a todo aquello que deteriora las cosas terrenales.
(1) "Todos los agentes y procesos que hacen que los tesoros terrenales disminuyan en valor y finalmente dejen
totalmente de cumplir su propósito. Así el pan se pone mohoso (Jos. 9:5), las vestiduras se gastan
(Sal. 102:26), los campos (particularmente los abandonados) se llenan de malezas (Pr. 24:30), los muros y cercas
caen (Pr. 24:31), los techos se deterioran y empiezan las goteras (Ec. 10:18), el oro y la plata se herrumbran
y perecen (1 P. 1:7, 18). Súmese la destrucción causada por los terremotos, huracanes, tifones, tornados,
enfermedades de las plantas, erosión del suelo, etc. La lista es casi interminable" .
1.5. La segunda razón.
1.5.1. "Y donde los ladrones minan y hurtan"
kaiV o{pou klevptai dioruvssousin kaiV klevptousin
Y donde ladrones perforan y roban.
1.5.2. "Minan", literalmente "cavan a través".
(1) Los griegos llamaban a los ladrones "cavadores de barro" (gr. "toichoruchos").
1.5.3. La inestabilidad de los tesoros está en que pueden ser substraídos.
1.5.4. Incluso los avatares financieros y las quiebras.
1.5.5. Es inconsecuente poner la confianza en lo que puede ser fácilmente robado.
2. El mandamiento positivo (6:20).
2.1. Tesoros celestiales.
2.1.1. "Sino haceos tesoros en el cielo".
qhsaurivzete deV uJmi``n qhsaurouV" ejn oujranw``/
Atesorad, mas bien para vosotros tesoros en cielo.
2.1.2. Una enseñanza complementaria que aclara el significado (1 Ti. 6:6-8).
2.1.3. Un mandamiento semejante (1 Ti. 6:17-19).
2.1.4. Las obras buenas son el fundamento para las riquezas eternas (Ap. 14:13).
2.1.5. Acumular tesoros en el cielo son las bendiciones reservadas en ellos (1 P. 1:4).
2.1.6. El disfrute de la herencia de los santos en luz (Col. 1:12).
2.1.7. Las recompensas al trabajo hecho bajo el impulso y control de Dios (Fil. 2:13).
2.1.8. Dos modos de "allegar" tesoros en los cielos.
(1) Mediante una vida dedicada a Dios (He. 11:26).
(2) Administrando y compartiendo los bienes terrenales (1 Ti. 6:17-19).
2.1.9. Los tesoros en los cielos (1 p. 1:3-4).
(1) Incorruptible, no se puede perder.
(2) Incontaminable, que no se deteriora.
(3) Inmarcesible, que no mengua ni se marchita.
(4) Reservada, que tiene seguridad total.
(5) En los cielos, el lugar más extraordinario.
(6) Para nosotros, lo más personal.
2.2. La razón para esta orientación de vida.
2.2.1. "Donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan"
2.2.2. Las riquezas celestiales están fuera del deterioro y del hurto.
2.2.3. Dios las custodia y protege (1 P. 1:4).
2.2.4. Dios guarda también a los que las van a disfrutar para que las alcancen (1 P. 1:5).
3. Un condicionante (6:21).
3.1. Corazón y tesoros ligados.
3.1.1. "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón"
o{pou gavr ejstin oJ qhsaurov" sou, ejkei`` e[stai kaiV hJ kardiva
Porque donde está el tesoro de ti allí estará también el
corazón
sou.
de ti.
3.1.2. El corazón orienta toda la vida.
3.1.3. Donde está el "tesoro" está el afecto.
3.1.4. El corazón es atraído hacia lo que representa el máximo interés de la persona,
o también la persona es atraída hacia lo que constituye el máximo interés del corazón.
3.1.5. Para que el corazón sienta su afecto por las cosas celestiales, el tesoro debe ser celestial y estar
con Dios.
4. Una forma correcta de ver las cosas (6:22).
4.1. La afirmación.
4.1.1. "La lámpara del cuerpo es el ojo"
JO luvcnos tou`` swvmatov" ejstin oJ ojfqalmov"
La lampara del cuerpo es el ojo.
4.1.2. El ojo es el órgano que capta la luz y guía al cuerpo.
4.1.3. En el sentido figurado la forma de ver las cosas orienta la conducta en un sentido o en otro.
4.2. Una visión correcta.
4.2.1. "Así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz"
ejaVn ou^^n h^^/ oJ ojfqalmov" sou aJplou``", o{lon toV sw``mav sou
Así que si es el ojo de ti sencillo todo el cuerpo de ti
fwteinoVn e[sai.
lleno de luz estará.
4.2.2. "Ojo bueno" literalmente "ojo sencillo", que no tiene doble visión, o visión
distorsionada, equivale a un modo correcto de ver las cosas, sin doblez.
4.2.3. Una visión correcta de las cosas temporales y celestiales permite al creyente "andar como hijo
de luz" (Ef. 5:8).
4.2.4. La visión luminosa es aquella que ve las cosas de la vida como las vería Jesús.
4.2.5. La visión del creyente debe estar condicionada y orientada por la Palabra (Dt. 6:8b).
4.2.6. La visión correcta del creyente orientada a las cosas celestiales (Col. 3:1-4).
4.2.7. La visión del creyente ha de estar centrada de Jesús, quien es la luz del mundo (He. 12:2).
5. Una visión incorrecta (6:23).
5.1. La afirmación del Señor.
5.1.1. "Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas"
ejaVn deV oJ ojfqalmov" sou ponhroV" h^^/, o{lon toV sw``mav sou
Mas si el ojo de ti maligno es todo el cuerpo de ti
skoteinoVn e[stai.
sumido en tinieblas estará.
5.1.2. Una visión "indigna", es la de un ojo cuya lente no está clara.
5.1.3. El Señor dijo esto en relación con los "tesoros" terrenales.
5.1.4. En relación con la vida hipócrita es una visión doble.
(1) Por un lado viendo a Dios.
(2) Por otro viendo al mundo y sus cosas.
5.1.5. La visión distorsionada sustituye el compromiso con Dios por la ilusión pasajera de los hombres.
5.1.6. Un ejemplo de visión distorsionada (2 Ti. 4:10).
5.1.7. Los judíos "amaban" las riqueza porque tenían una visión incorrecta a causa
de las tinieblas interiores.
5.1.8. Una visión acomodada a las tinieblas lleva tinieblas a la experiencia de la vida.
(1) Desorientación (Jn. 12:35).
(2) Mentira (1 Jn. 1:6).
(3) Malas relaciones (1 Jn. 2:11).
5.2. Una conclusión solemne.
5.2.1. "Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuantas no serán las mismas tinieblas?".
eij ou^^n toV fw``" tov ejn soiV skovto" ejstin, toV skovto" povson
Si, pues la luz que en ti oscuridad es la oscuridad cuan grande.
5.2.2. Tinieblas en lugar de luz.
5.2.3. Quien ama los tesoros temporales tiene una visión muy corta.
5.2.4. Algunos creen que esa forma de ver las cosas es la correcta y se consideran a sí mismos como "guías
de ciegos" (Ro. 2:19).
5.2.5. Cristo calificó a los hipócritas de su tiempo como ciegos y guías de ciegos (Mt. 15:14).
5.2.6. Los tales en su ceguera se atrevían confundirla con la luz y decían de ellos mismos: "vemos"
(Jn. 9:41).
5.2.7. Su luz eran tinieblas.
5.2.8. Cristo aplica la leción mediante una pregunta retórica con la que quiere decir: "Si lo
que ellos llaman luz, son realmente tinieblas, ¿cómo será lo que ellos llaman tinieblas?"
6. La conclusión de la enseñanza (6:24).
6.1. Una imposibilidad.
6.1.1. "Ninguno puede servir a dos señores"
OujdeiV" duvnatai dusiV kurivoi" douleuvein.
Nadie puede a dos señores servir.
6.1.2. Se trata de dos señores con intereses contrapuestos.
6.1.3. Uno de los dos saldrá victorioso, pero nunca ambos a la vez.
6.1.4. Un contraste de intereses entre los "tesoros de Dios" y los "tesoros terrenales".
6.1.5. No se puede tener el corazón dividido entre Dios y el mundo.
6.2. La razón de la imposibilidad.
6.2.1. "Porque o aborrecerá al uno y amará al otro o estimará al uno y menospreciará
al otro"
h[ gaVr toVn e{na mishvsei kaiV toV e{teron ajgaphvsei, h[ eJnoV"
Porque o al uno odiará y al otro amará o al uno
ajnqevxetai karV tou`` eJtevrou katafronhvsei.
se adherirá y al otro menospreciará.
6.2.2. A intereseos opuestos corresponde decidir a cual adherirse.
6.2.3. El mundo y Dios son incompatibles.
6.2.4. La adhesión tiene con ver con el interés y objetivos personales.
6.3. La consecuencia.
6.3.1. "No podéis servir a Dios y a las riquezas"
ouj duvnassqe qew``/ douleuvein kaiV mamwna``/
No podéis a Dios servir y a mamón.
6.3.2. En el griego se lee: "no podéis servir a Dios y a mamón".
6.3.3. Es el título para la personificación de las riquezas o tesoros materiales.
(1) Probablemente sea una palabra procedente del arameo.
(2) La raíz sería "amán", que equivale a "sustentar".
6.3.4. Las cosas que "sustentan", son los valores humanos en los que el hombre confía.
6.3.5. En este sentido se convierten en un dios para quién las sirve.
6.3.6. Servir a Dios exige absoluta renuncia a cualquier otro valor (Lc. 14:26, 33).
6.3.5. El creyente ha de tomar posición mediante decisión (Jos. 24:15).
6.3.6. Una enseñanza complementaria (Col. 3:5).
b) La ansiedad (6:25-34).
1. La ansiedad prohibida para el creyente (6:25).
1.1. Una advertencia enfática.
1.1.1. "Por tanto os digo"
DiaV tou``to levgw uJmi``n
Por esto digo os
1.1.2. "Por tanto", en base a lo dicho antes y como consecuencia de ello.
1.1.3. "Os digo", con la autoridad inigualable de su Persona.
1.1.4. Quien habla es Dios mismo (Jn. 1:14).
1.2. La amonestación.
1.2.1. "No os afanéis por vuestra vida"
mhV merimna``te th``/ yuch``/ uJmw``n
No estéis ansiosos por la vida de vosotros.
1.2.2. El Señor prohíbe la preocupación ansiosa que produce congoja.
1.2.3. El Señor no prohíbe pensar en las cosas necesarias para la vida, ni en trabajar para conseguirlas.
(1) El trabajo se establece como mandato para el creyente (1 Ts. 4:11, 12).
(2) La desidia no es sinónimo de espiritualidad sino de desorden (2 Ts. 3:6, 11, 12).
1.2.4. Se prohíbe la ansiedad que es atormentadora.
1.2.5. la ansiedad evidencia falta de fe (v. 31).
1.2.6. La ansiedad priva del gozo y produce turbación de espíritu (Lc. 10:41).
1.2.7. el afán no cabe en la vida de quien cree en al amor y provisión de Dios (Sal. 23:1).
1.2.8. La causa del afán: "la vida".
(1) La vida es lo de máximo valor en la tierra (Job. 2:4).
1.2.9. Para el creyente la vida está en las manos de Dios (1 P. 5:7).
(1) Una promesa para hoy (Fil. :19).
1.2.0. La ansiedad olvida las promesas divinas y hace estéril la oración (v. 11).
1.3. Los objetos de la inquietud.
1.3.1. "Qué habéis de comer o que habéis de beber".
tiv favghte (h[ tiv puvnte)
Que habéis de comer o que habéis de beber.
(1) "Que habéis de beber" no figura en algunos MSS.
1.3.2. Alimento y bebida son elementos imprescindibles para la vida.
1.3.3. Dios que dio la vida dará también la provisión para mantenerla.
1.3.4. Buscar los medios para la subsistencia es lícito, angustiarse por si acaso llegan a faltar, es una
demostración de duda sobre la bondad de Dios.
1.3.5. Quien dio a su Hijo dará también todo lo necesario (Ro. 8:32).
1.3.6. Dios no prometió abundancia pero sí el sustento diario, como es confirmado por la observación
(Sal. 37:25).
1.4. Otros elementos que pueden inquietar.
1.4.1. "Ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir"
mhdeV tw``/ swvmati uJmw``n tiv ejnduvshsqe
Ni por el cuerpo de vosotros que habéis de vestiros.
1.4.2. De igual modo que para la vida, habrá provisión para el cuidado del cuerpo, con el vestido,
como vehículo de expresión de la vida y parte integrante del hombre.
1.4.3. Un argumento lleno de lógica.
1.5. Los valores más elevados y los dependientes.
1.5.1. "¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?"
oujciV hJ yuchV plei``ovn ejstin th``" trofh``" kaiV toV sw``ma tou``
¿Acaso no la vida más es que el alimento y el cuerpo que el
ejnduvmato".
vestido.
1.5.2. El manjar más exquisito y el vestido más suntuoso proceden de la tierra; la vida y el cuerpo
proceden de Dios (Gn. 2:7).
1.5.3. El sostenimiento para la vida y el cuidado para el cuerpo son dependientes de la vida y del cuerpo, sino
no serían necesarios.
1.5.4. Dios que dio la vida y el cuerpo dará lo necesario para el sostenimiento y cuidado.
1.5.5. Quien se inquieta desconoce el amor y la soberanía de Dios.
2. La escuela de las aves (6:26).
2.1. El creyente enviado a observar las aves.
2.1.1. "Mirad las aves del cielo"
ejublevyate eij" taV peteinaV tou`` oujranou
Fijaos bien en las aves del cielo.
2.1.2. La Escritura cita a las aves y muchas de ellas por el nombre de su especie.
(1) En siete versículos se mencionan veinte especies de aves (Lv. 11:13-19).
2.1.3. Cada ave se alimenta según su propia forma.
(1) Variedad de alimentos.
(2) Cantidad de alimentos.
2.1.4. La Ley clasificaba las aves como "limpias" e "inmundas".
2.1.5. En el tiempo del "Sermón del Monte" los oyentes podían ver volar las aves en el
aire.
2.2. La observación requerida.
2.2.1. "Que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros"
o{ti ouj speirousin oujdeV qerivzousin oujdeV sunavgousin eij"
Que no siembran ni cosechan ni recogen en
ajpoqhvka"
graneros.
2.2.2. Las aves no son seres inteligentes que se inquietan por el futuro.
2.2.3. Su trabajo no es almacenar "tesoros", sino simplemente buscar el alimento cotidiano.
2.2.4. No tienen un programa de trabajo para sembrar, cosechar y almacenar el grano.
2.2.5. El ejemplo no fomenta en modo alguno el ocio, ya que las aves an de buscar en su entorno el alimento que
necesitan.
2.3. La dependencia de Dios.
2.3.1. "Y vuestro Padre celestial las alimenta"
kaiV oJ pathVr uJmw``n oJ oujravnios trevfei aujta
Y el Padre de vosotros el celestial alimenta a ellas.
2.3.2. Todas ellas, sin excepción, dependen de Dios para su alimento.
2.3.3. No importa la cantidad o cualidad del alimento que precisen, Dios provee para ellas.
2.3.4. El hombre no se preocupa de alimentarlas ya que, aparentemente, no se beneficia de la gran mayoría
de ellas.
2.3.5. Sin embargo no les fala sustento porque "vuestro Padre celestial las alimenta".
2.3.6. Cada día les llega la provisión necesaria (Sal. 104:26-27).
2.4. La lección de las aves
2.4.1. "¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"
oujc uJmei``" ma``llon diafevrete aujtw``n
¿Acaso no vosotros más aventajáis a ellas?
2.4.2. Las aves son criaturas de Dios, los creyentes son sus hijos (Ro. 8:15; Gá. 4:5; Ef. 2:19).
(1) Continuamente se dice: "vuestro Padre celestial".
2.4.3. "Los herederos del cielo valen mucho más que las aves del cielo" .
2.4.4. El creyente es de mayor valor que las aves son de Dios por creación, mientras el creyente lo es además
por redención, al precio de la sangre de su Hijo (1 P. 1:18-20).
2.4.5. El Señor presenta la pregunta de tal modo que exige una respuesta afirmativa.
2.4.6. Si Dios hace provisión para las aves, mucho más lo hará para quienes son de más
estima que ellas ante Sus ojos.
2.4.7. Eso sería suficiente para eliminar la inquietud por el sostenimiento en el futuro.
3. La inutilidad de la inquietud (6:27).
3.1. La incapacidad humana.
3.1.1. "¿Y quien de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?".
tiv" deV ejx uJmw``n merimnw``m duvnatai prosqei``nai ejpiV thVn
¿Y quien de vosotros afanándose puede añadir sobre la
hJlikivan aujtou`` ph``cun e{na.
estatura de él un solo codo?
3.1.2. "A su estatura" (gr. "epi tën hëlikian autou"), sirve tanto para estatura,
como para longitud de vida.
(1) Así se usa en el Nuevo Testamento, tanto en uno como en otro sentido
(2) Zaqueo era pequeño en estatura (gr. "helikiai mikros") (Lc. 13:3).
(3) El ciego sanado por Cristo había alcanzado la edad legal para testificar por sí mismo (gr. "helikian
echei") (Jn. 9:21).
(4) Sara era de edad avanzada para concebir (gr. "kairon helikias") (He. 11:11).
3.1.3. Ambos conceptos son válidos aquí, sin poder precisar a cual de ellos se refería el
Señor.
3.1.4. La ansiedad no permite al hombre crecer en estatura o alargar su vida, mas bien le acarreará efectos
nocivos debido al esfuerzo de un intento inútil.
3.1.5. Con la pregunta el Señor procura manifestar lo inútil del afán inquietante en el creyente.
3.1.6. El creyente con conoce la fidelidad de Dios, debe desterrar de su vida la inquietud por el futuro.
4. La escuela de los lirios (6:28).
4.1. Otro motivo de inquietud.
4.1.1. "Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?"
kaiV periV ejnduvmato" tiV merimna``te
Y acerca del vestido por qué estáis ansiosos
4.1.2. Ya se consideró antes (v. 25).
4.1.3. Junto con la preocupación por el alimento, está también la del vestido.
4.2. La indicación del Señor.
4.2.1. "Considerad los lirios del campo, como crecen"
katamavqete taV krivna tou`` ajgrou`` pw``" aujxavnousin
Considerad atentamente de los lirios del campo cómo crecen.
4.2.2. "Lirios" pueden comprender un amplio grupo de flores del campo, que brotan sin cuidados del hombre.
4.2.3. Más adelante menciona "la hierba del campo", aquí son las flores del campo.
4.2.4. No es suficiente con "mirarlos", sino que deben ser objeto de reflexión.
4.3. Dos motivos de reflexión.
4.3.1. "No trabajan ni hilan"
ouj kopiw``sin oujdeV nhvqousin
No trabajan arduamente ni hilan.
4.3.2. Las flores del campo no se inquietan ni trabajan como los humanos para proveerse de vestido.
4.3.3. De nuevo el enfoque de la lección no es para fomentar la desidia en el trabajo para vestirse.
(1) La mujer virtuosa del libro de Proverbios enseña todo lo contrario (Pr. 31:19-22).
(2) Trabaja con dedicación (v. 19).
(3) Es previsora confeccionando los vestidos necesarios para el invierno antes que llegue (v. 21)
(4) Procura vestirse elegantemente (v. 22).
4.3.4. Lo que el Señor procura despertar con la reflexión es lo inútil de la inquietud en
la vida del creyente.
5. La aplicación de la reflexión (6:29).
5.1. La gloria de las flores supera a la de cualquier esfuerzo humano en el vestido.
5.1.1. "Pero os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como
uno de ellos"
levgw deV umi``n o{ti oujdeV SolomwVn ejn pavsh/ th``/ dovxh aujtou``
Mas digo os que ni Salomón en toda la gloria de él
periebavleto wJ" e}n touvrwn
se cubría como uno solo de estos.
5.1.2. Cualquier vestido humano palidece ante la hermosura del vestido de una flor del campo.
5.1.3. El más grande rey de Israel con toda su gloria y boato no alcanzó a poseer un vestido de la
magnificencia del de las flores.
5.1.4. Dios puede dar lo que el hombre nunca puede alcanzar.
6. La lección de los lirios (6:30).
6.1. Lo que Dios hace con la hierba.
6.1.1. "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno Dios la viste así".
eij deV toVn covrton tou`` ajgrou`` shvmeron o[nta kaiV au[rion eij"
Y si a la hierba del campo hoy existente y mañana al
klivbanon ballovmenon oJ qeoV" au{tw" ajmfievnnusin
horno que es echada - Dios así reviste.
6.1.2. La fragilidad de la hierba: "pasa pronto".
6.1.3. La hierba se seca y se quema.
6.1.4. Para algo tan breve y transitorio Dios provee de vestido admirable.
6.1.5. La provisión procede de Dios que da a cada planta su propio vestido.
6.2. La pregunta reflexiva.
6.2.1. "¿No hará mucho más a vosotros?"
ou pollw``/ ma``llon uJma``"
¿No mucho mas a vosotros?
6.2.2. La pregunta exige una respuesta afirmativa.
6.2.3. El hombre es de más valor que la hierba delante de Dios.
6.2.4. Aunque su vida, también breve, se compara a la hierba (Job 14:2; Sal. 103:15; Is. 40:6, 8).
6.2.5. Sin embargo el hombre no se destruye con la muerte sino que su vida continúa después de ella.
6.2.6. El que dio a su Hijo dará con Él todas las cosas (Ro. 8:32).
6.3. La amonestación.
6.3.1. "Hombres de poca fe"
ojligovpistoi
De poca fe.
6.3.2. La ansiedad evidencia falta de fe.
6.3.3. La fe que descansa en Dios evita la ansiedad.
6.3.4. El Señor no los acusa de no tener fe, sino de tener "poca" fe.
6.3.5. La fe no duda en recibir toda la provisión necesaria (v. 25).
6.3.6. La fe descansa en las "preciosas y grandísimas promesas" de Dios (2 P. 1:4).
6.3.7. La fe acude a Dios para encontrar descanso (Mt. 11:28).
6.3.8. Libera de la inquietud porque descansa en las promesas fieles de Dios (Sal 23:1; Ro. 5:10; 8:32 ss).
6.3.9. Libera de la inquietud porque sabe orientar la mirada a la gloria que se espera y no a la temporalidad de
esta vida (Ef. 1:18, 19).
(1) "En cuanto a los vestidos lujosos, nos enseña a no preocuparnos de modo alguno en adquirirlos,
a no envanecernos llevándolos, a no codiciarlos, porque, después de todo, los lirios nos han de sobrepujar
en esto con mucha ventaja; si no podemos vestirnos tan elegantemente como ellos, ¿por qué nos hemos
de empeñar en rivalizar con ellos? Por otra parte, su belleza es tan pasajera como la nuestra" .
(2) La fe lleva a echar toda la ansiedad sobre Dios, conociendo su cuidado (1 P. 5:7).
6.3.0. La fe demanda reposo y quietud (Is. 30:15).
(1) Dios omnipotente actúa (Ef. 3:20).
(2) Cristo dice: "no os afanéis", sino ejercitad la fe.
7. Recalcando la enseñanza (6:31).
7.1. Una nueva exhortación a dejar la inquietud.
7.1.1. "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Que comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?"
mhV ou^^n merimnhvshte levgonte", Tiv favgwmen; h[, Tiv
Por tanto no os angustiéis diciendo: ¿Qué comeremos? o: ¿Con qué
peribalwvmeqa;
nos cubriremos?
7.1.2. Después de las dos lecciones de aves y flores, el creyente debe desterrar de su vida la inquietud
sobre el sustento y el abrigo.
7.1.3. Dios que se ocupa de proveer para lo de menor importancia, lo hará para lo que es para Él
de importancia suprema que es el hombre.
7.1.4. Como Padre da buenas dádivas a sus hijos.
7.1.5. El creyente debe mirar al cielo de donde procede todo don perfecto y toda buena dádiva (Stg. 1:17).
7.1.6. En Dios no hay mudanza ni alteración alguna, siempre es fiel.
8. Dos estilos de vida (6:32-33).
8.1. El estilo de las gentes sin Dios (v. 32a).
8.1.1. "Porque los gentiles buscan todas estas cosas"
pavnta gar tau``ta taV e[qnh ejpizhtou``sin
Porque todas esas cosas los gentiles buscan con afán.
8.1.2. Buscan esto porque no conocen cosas mejores.
8.1.3. Se afanan por las cosas del mundo porque son del mundo.
8.1.4. Sus dioses son impotentes, desconociendo al único Dios omnipotente.
8.1.5. Ellos no tienen esperanza de gloria.
8.1.6. Nótese como es su situación (Ef. 2:12).
8.1.7. Viven en la ignorancia de realidades eternas (Ef. 1:3, 2:11, 12).
8.2. La seguridad del creyente (v. 32b).
8.2.1. "Pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas"
oi^^den gaVr oJ pathVr uJmw``n oJ oujravnio" o{ti crhv/zete touvtwn
Pues sabe el Padre de vosotros el celestial que necesitáis estas cosas
aJpavntwn.
de todas.
8.2.2. Como Padre conoce mejor que los hijos sus necesidades.
8.2.3. Dios sabe lo que realmente necesita cada uno de los suyos en cada momento
8.2.4. Dios tiene cuidado personal de los suyos (1 P. 5:7).
8.2.5. Dios sabe que tienen necesidad de "todas" estas cosas.
(1) Sustento.
(2) Abrigo.
8.2.6. Dios sabe lo que es "necesario" y lo que es "superfluo".
8.2.7. Las necesidades del creyente como peregrino (1 Ti. 6:8).
8.2.8. La seguridad que producen las palabras del Señor: "sabe que necesitáis de estas cosas,
de todas".
(1) Dios no dará alimento y dejará de proveer vestido, o al revés.
(2) Proporcionará lo necesario de todo cuanto se necesita.
8.3. El objetivo principal del creyente (v. 33a).
8.3.1. "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia"
zhtei``te deV prw``ton thVn basileivan kaiV thVn dikaiosuvnhn
Mas buscad primero el reino y la justicia
aujtou``
de Él.
8.3.2. En esta búsqueda debe centrarse todo el afán del creyente.
8.3.3. No es lógic afanarse por lo menos importante, sino buscar lo mejor.
8.3.4. El reino de Dios no es comida, ni bebida, sino justicia, gozo y paz (Ro. 14:17).
(1) No son cosas materiales, sino espirituales.
8.3.5. Justicia.
(1) No se refiere a la justicia imputada para salvación, sino a la práctica de una vida justa.
(2) Se trata del modo natural de vida en la esfera de la santificación.
(3) El creyente tiene la responsabilidad de vivir ese tipo de vida.
8.3.6. Contrasta abiertamente con el tipo de justicia que practicaban los fariseos y que Cristo repudia (5:20).
8.3.7. El Señor enseña a dar prioridad absoluta al reino de Dios.
8.3.8. El deber no es conformarse con lo que ya se tiene en el reino, sino "buscar", en un progresivo
compromiso con el Señor.
8.3.9. No se alcanza la meta completa en esta vida (Fil. 3:12).
8.3.9. Este "buscar" exige ponerse bajo el control del Espíritu para conducción (Gá.
5:16).
8.4. La bendición prometida.
8.4.1. "Y todas estas cosas os serán añadidas"
kaiV tau``ta pavnta prosteqhvsetai uJmi``n
Y estas cosas todas serán añadidas os.
8.4.2. "Estas cosas" son los bienes materiales necesarios para la vida.
8.4.3. La piedad tiene promesa para la vida presente (1 Ti. 4:8).
8.2.4. "Serán añadidas", quiere decir que se darán con generosidad (Lc. 10:38).
8.2.5. Dios da más de lo que sus hijos puedan pedir o pensar (Ef. 3:20).
8.2.6. Como hijos de Dios, el Padre asume el cuidado espiritual y material de los suyos (Fil. 4:19).
8.2.7. La vida de piedad tiene también promesa para la eternidad (Mt. 6:19-20).
9. La exhortación final (6:34).
9.1. Una conclusión natural.
9.1.1. "Así que, no os afanéis por el día de mañana"
mhV ou^^n merimnhvshte eij" thVn au[rion
Por tanto no estéis ansiosos por el mañana.
9.1.2. Preocuparse por el mañana es siempre malo para el creyente.
9.1.3. Dios nunca dejó de cumplir sus promesas, por tanto no deben sus hijos dar lugar a la inquietud por
el futuro, que está en Su mano (Sal. 31:15a).
9.1.4. Las misericordias de Dios son nuevas cada día (Lam. 3:22-23).
9.1.5. El creyente de fe espera en silencio la providencia del Señor (Lam. 3:24-26).
9.1.6. Dios manifiesta su compromiso para cada día (Is. 40:30-31).
9.2. Una razón para no inquietarse.
9.2.1. "Porque el día de mañana traerá su afán"
hJ gaVr au[rion merimhnvsei eJauth``":
Porque el mañana se preocupará de sí mismo.
9.2.2. El texto griego personifica el mañana.
9.2.3. Cada día trae su propia carga.
9.2.4. No debe añadirse a la carga diaria la inquietud por la carga que traerá consigo cada día
del futuro.
9.2.5. Quien se preocupa del futuro no tendrá fuerzas suficientes para las cargas del presente.
9.2.6. "No tratemos, pues de llevar a hombros en un pesado saco la carga desmensurada que Dios a ordenado
sabiamente que llevemos repartida en pequeños paquetes" .
APLICACIÓN PERSONAL.
1. El Señor enseña en el pasajq eu el creyente debe evitar aquello que se centra sólo en
cosas temporales.
1.1. Esto puede comprender incluso asuntos que estén dentro de un campo aparentemente espiritual (2 P. 2:1-3a).
1.2. Hay muchos que han caído en su vida cristiana por ceder a la tentación de ocupar lugares destacados.
1.3. Todo esto son tesoros en la tierra, no importa que forma adopten, lo que importa es el servicio que exigen.
2. Una incorrecta visión origina caídas.
2.1. Eva (Gn. 3:6).
2.2. Acán (Jos. 7:21).
2.3. David (1 S. 11:2-4).
2.4. La visión correcta del creyente (He. 12:2).
2.5. La escala de valores que corresponde a una visión correcta (Jn. 4:34).
2.6. Cada creyente debe procurar conocer cual es la escala de valores que marca las prioridades en su vida.
2.7. Una forma sabia de conocer cual es el tesoro personal consiste en responder a la pregunta: ¿Qué
nos quedaría si nos fueran quitados todos los bienes temporales?
3. La ansiedad es un grave pecado, porque surge sobre la duda del poder y de la fidelidad de Dios.
3.1. Cristo hace reflexionar sobre la brevedad de la vida para que nadie se inquiete procurando acumular bienes
temporales.
3.2. El hombre tiene una vida breve, como los lirios (Job. 14:2; Sal. 103:15-16).
3.3. Es inconsecuente preocuparse por el mañana cuando no se puede saber si se llegará a él.
3.4. Cuando un creyente conoce el cuidado del Padre sobre cada parcela de su vida, el gozo sustituiría a
la inquietud (Ef. 5:19).
4. El creyente es llamado a la senda del compromiso con Cristo.
4.1. Quien vive para Dios e feliz (Sal. 1:1-3).
4.2. Dejando la senda de la entrega persona, se pierde el gozo y la paz interior.
4.3. El que busca tesoros temporales, en algunas ocasiones obtienen lo que desean pero pierden lo que no pueden
obtener: el gozo y las bendiciones que Dios da a quienes le buscan.
PREGUNTAS DE REPASO PARA EL ESTUDIO 6
1. ¿Qué había prometido Dios al justo según Dt. 28:1-2?
2. ¿Cómo interpretaban los fariseos el pasaje?
3. ¿Qué vendían los fariseos, según Mt. 23:14, para enriquecerse?
4. ¿Cómo se llamaba el sistema que habían establecido para evitar ayudar a los padres necesitados?
5. Explica el mandamiento positivo y el negativo que Cristo estableció en relación con las riquezas.
6. ¿Qué son los "tesoros" que el Señor condena en la vida del creyente?
7. ¿En que consiste el verdadero tesoro del creyente?
8. ¿Cuáles son las bases que permiten acumular "tesoros" en el cielo?
9. ¿Cuál debe ser la visión del creyente según los vv. 22 y 23?
10. ¿Cuál es el compromiso que Cristo demanda según el v. 24?
11. ¿Cuáles son las razones por las que no es posible un servicio compartido con Cristo y otros señores?
12. ¿Qué resultados trae la ansiedad según los vv. 25, 31?
13. ¿Qué evidencia la ansiedad según el v. 31?
14. ¿Por qué no debe afanarse el creyente por el día de mañana?
15. ¿Qué lecciones se aprenden de los lirios y de las aves?
16. ¿De quién es propia la inquietud?
17. ¿Qué promesa contiene el v. 33b?
18. Da una interpretación al v. 34.