Estudios Bíblicos en Siguiendo sus Pisadas |
Objetivo:
Considerar los métodos de evangelismo, o de presentación del evangelio, utilizados en la Biblia
por el Señor Jesucristo y por otras personas.
Marcos 16:15,16 El mandato del Señor es predicar el evangelio,
y nuestro tema se refiere a cómo hacerlo, pues qué y a quién está indicado en el mandato
de Cristo.
Jonás 2:9 "La salvación es de Jehová". Debe tenerse en cuenta esto: que el que
salva es Dios, por lo que los métodos sólo pueden referirse a la forma de presentar el evangelio.
Veamos dos ejemplos de predicación en la Biblia: uno a alguien que estaba preocupado en sus quehaceres
y quizá no tenía interés en conocer acerca de la salvación, y otro a quien buscaba
afanosamente conocer más acerca de Dios.
1º Ejemplo: Jesucristo y la mujer samaritana (Juan 4)
· Buscó un momento en que no hubiese distracciones para su oyente (era mediodía)
· Comenzó hablando de un tema conocido por la mujer, y en relación a lo que ella estaba haciendo
en ese preciso instante. (v. 7). Un argumento similar utilizó Pablo cuando predicó a los atenienses
(Hechos 17:22,23) pues los atenienses "se dedicaban" a crear nuevos dioses, lo que dio la oportunidad
a Pablo de anunciarles al verdadero Dios.
· Buscó despertar su curiosidad sobre aquello del agua viva (¿cómo la iba a sacar del
pozo si no tenía con qué).
· En todo momento predicó el evangelio, evitando entrar en temas como:
1. La enemistad entre los pueblos (v.9).
2. Si Jacob era mayor o no que Cristo (v.12).
3. El lugar de adoración (v.20).
Si hablaba de estos temas perdería la oportunidad de mantener una conversación sobre temas personales
como la salvación. Notemos que si bien no siguió la corriente a la mujer en cuanto a los temas que
proponía, fue lo suficientemente cauto como para no ofenderla y alejarla (era Cristo quien guiaba la conversación).
· No evitó hablarle de su principal problema: el pecado (v.15,16)
· Se presentó como el Mesías (v.25,26). El que predica debe llevar al oyente al conocimiento
de Cristo (1 Corintios 2:2).
2º Ejemplo: Felipe y el etíope (Hechos 8:26-40)
· Un ejemplo digno de imitarse: estando ocupado en Samaria, Felipe obedeció el llamado del Señor
para hablar a una sola persona, y lo hizo con prontitud para no desaprovechar la oportunidad.
· Nuevamente inició la conversación sobre aquello que era de la atención del oyente.
(v.30)
· Buscó identificarse con el eunuco y con su necesidad, no le presentó un discurso preparado.
· Comenzando desde el pasaje que leía el eunuco, le anunció el evangelio de Jesús,
usando las Escrituras. Guió la lectura de la Biblia de tal manera que quedase claro el evangelio para el
eunuco.
· Se preocupó por hacer que entienda el evangelio a través de las Escrituras. No lo dejó
hasta que hubo comprendido todo (inclusive el significado del bautismo).
· Le anunció el evangelio, no lo forzó a tomar una decisión ni puso el evangelio como
un tema secundario, dando prioridad a otros asuntos (sanidad, prosperidad).
Podemos hacer nuestras estas actitudes al predicar, siempre teniendo en cuenta que debemos predicar a través
de la Biblia, y llevando todo tema ajeno al evangelio hacia éste. (2 Corintios 10:5). Ejemplo: Hechos 4:5-12
y siempre tomando el ejemplo de Pedro y de Juan en Hechos 4:29.