ESTUDIO 1
INTRODUCCION GENERAL. LA SAL, LA LUZ Y LA CIUDAD
Pasajes: Mt.13:1-3a,10-17,34-35; Mr.4:33-34; Mt.5:13-16.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1. Definir lo que es una parábola.
2. Establecer algunas bases para la interpretación de las parábolas.
3. Considerar la razón por la que Cristo habló en parábolas.
4. Analizar el significado de las parábolas sobre la sal, la luz y la ciudad.
5. Aplicar la enseñanza bíblica a la vida cristiana de modo que se conforme a la voluntad de Dios.
TAREAS
1. Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y dirección del Señor sobre el estudio.
2. Leer los pasajes propuestos varias veces y, a ser posible, en versiones diferentes.
3. Buscar en algún diccionario la definición de "parábola". Estudiar los pasajes sin ayuda alguna, procurando descubrir las razones por
las que Cristo utilizaba las parábolas tan a menudo. Dar el significado de las parábolas sobre la
sal, y la luz y la ciudad.
4. Hacer nuevamente el estudio con ayuda de las notas y contrastar los resultados obtenidos.
5. Responder a las preguntas de repaso.
INTRODUCCION
El lenguaje parabólico es común en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. La parábola permitía enseñar alguna lección espiritual mediante ilustraciones tomadas de la sencillez de la vida cotidiana. Por medio de una narración se podía obtener una enseñanza sobre algún aspecto concreto que Dios quería enseñar. Sin duda, las parábolas, como otras figuras del lenguaje, requieren una interpretación y siempre son más limitadas que la enseñanza directa sobre el tema que hay en su trasfondo. La parábola, por tanto, ha de ser interpretada para poner al descubierto el tema que se expresa por medio de ella. Para ello debe atenderse cuidadosamente al entorno social y al tiempo en que se dijo así como las razones que la motivaron. De forma muy especial debe prestarse profunda atención a las parábolas de Cristo, ya que, mediante ese lenguaje, el Señor comunicó profundas enseñanzas para las personas de su tiempo y que, por ser palabras de Dios, tienen una aplicación para cualquier tiempo.
I. INTRODUCCION GENERAL
1. Parábola.
1.1. El término "parábola" se compone de dos voces griegas; "para" que significa "al lado de", y "ballei" del verbo "echar" o "arrojar".
1.2. Las dos voces juntas significan aquello que se coloca al lado de otra cosa para demostrar la semejanza entre
las dos.
1.3. La parábola es semejante al símil, pero se diferencia de este en su extensión ya que
sus detalles se expresan en forma de narración.
1.4. Se puede definir la parábola como un tipo de ilustración en forma de relato, expresado por
medio de cosas conocidas por el oyente, que puede ser histórico en ocasiones, fiel a la experiencia humana,
con el fin de comunicar una enseñanza espiritual.
2. La Biblia y las parábolas.
2.1. En la Biblia se utiliza de forma bastante intensiva las parábolas y el lenguaje parabólico.
2.2. Hay parábolas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
2.2.1. Ejemplo de parábolas en el Antiguo Testamento (Jue.9:7-15; 2.Sam.12:1-4; 2.Rey.14:8-14; Is.1:2-9; 5:1-7; Jer.1:11-19; 13:1-11; 18:1-10; 19:1-13; etc.)
2.2.2. En el Nuevo Testamento, el uso de las parábolas se relaciona fundamentalmente, con las enseñanzas de Jesús, aunque es muy usual el "lenguaje parabólico" en la mayoría de los escritores del N.T.
3. Estructura de la parábola.
3.1. Se compone normalmente de tres partes.
3.1.1. La ocasión.
3.1.2. La narración.
3.1.3. La aplicación espiritual.
4. La interpretación de las parábolas.
4.1. Primero: Ha de considerarse conjuntamente los tres elementos de la parábola.
4.1.1. Cualquier interpretación que resulte contraria con la ocasión o la lección espiritual debe considerarse errónea.
4.2. Segundo: Por regla general, cada parábola enseña una sola verdad central.
4.3. Tercero: No todos los detalles de una parábola enseñan alguna verdad concreta y sirven, en ocasiones,
como adorno del relato, por tanto, no deben entenderse como vehículos de enseñanza espiritual.
4.4. Cuarto: Las parábolas no deben usarse para establecer bases doctrinales sobre ellas, sobre todo cuando
no existen enseñanzas directas que afirmen la doctrina que se pretende establecer.
4.5. Quinto: El método alegórico no debe utilizarse para la interpretación de las parábolas,
tratando de descubrir en cada uno de sus detalles, hasta los más mínimos, un significado oculto que
el intérprete debe establecer.
4.5.1. Como ejemplo de lo interpretación alegórica de una parábola, que sujeta el relato y su enseñanza al gusto del intérprete, valga el ejemplo de la interpretación que da Agustín de Hipona sobre la parábola del Buen Samaritano.
1) El hombre que descendía de Jerusalén a Jericó, representa a Adán mismo.
2) Jerusalén es la ciudad de paz celestial, de cuya bienaventuranza cayó Adán.
3) Jericó es la luna y simboliza nuestra mortalidad, porque la luna nace, crece, mengua, y muere.
4) Los ladrones son el diablo y sus ángeles, quienes le despojaron, lo que equivale a quitarle la inmortalidad.
5) Hiriéndole, significa que lo persuadieron a pecar.
6) Dejándole medio muerto equivale al estado caído del hombre, porque en mientras puede entender y conocer a Dios, vive; pero en tanto que está aplastado y consumido por el pecado, está muerto. Por eso se lo considera medio muerto.
7) El sacerdote y el levita representan el sacerdocio y ministerio del Antiguo Testamento, los cuales eran inútiles para salvación.
8) El samaritano significa "guardián" por lo que con este nombre se alude al Señor mismo.
9) Vendó sus heridas significa la represión del pecado.
10) El aceite es el consuelo de la buena esperanza.
11) El vino es la exhortación a trabajar con espíritu ferviente.
12) La cabalgadura es la naturaleza humana en que el Señor se dignó venir a nosotros.
13) Poniéndolo en su cabalgadura, expresa la creencia en la encarnación de Cristo.
14) El mesón es la iglesia, donde los viajeros reponen fuerzas en el curso de su peregrinaje a la patria celestial.
15) Otro día quiere decir después de la resurrección del Señor.
16) Los dos denarios son los preceptos de amar a Dios y al prójimo o la promesa de esta vida y la venidera.
17) El mesonero es el apóstol Pablo.
5. Las parábolas de Jesús.
5.1. Resulta notable ver que Cristo tomó la determinación de enseñar "Sólo por parábolas" (Mr.4:34).
5.2. Al principio de su ministerio habló con toda claridad a las gentes (Mt.5-7).
5.3. A pesar de la evidencia de las enseñanzas y de los milagros (señales mesiánicas), la
nación rechazó a Jesús como el Mesías.
5.3.1. Llegaron a acusarlo de endemoniado (Mt.12:24).
5.4. Dios confirmó la dureza del corazón del pueblo (Mt.13:10-17).
5.5. Las parábolas son una manifestación de la gracia de Cristo.
5.5.1. El pueblo tenía menos responsabilidad si rechazaban las demandas envueltas en el lenguaje de las parábolas, que si lo hacían con verdades claramente expresadas.
5.6. Cristo usaba las parábolas porque eran un vehículo muy eficaz para comunicar esas verdades a todos los que tenían el corazón preparado para recibir el mensaje del evangelio.
5.7. Las parábolas despertaban interés en la mente de sus oyentes para que posteriormente pudiesen dar cabida al mensaje de salvación.
II. LA PARABOLA DE LA SAL (Mt.5:13).
1. La ocasión.
1.1. Con motivo de la enseñanza general en el llamado "Sermón del Monte"
1.2. Cristo estaba enseñando las bases éticas de los súbditos del reino de los cielos.
2. La enseñanza de la parábola.
2.1. Se refiere al testimonio del creyente y sus consecuencias entre los que le rodean.
2.2. Por su brevedad podría considerarse, como un símil o un dicho parabólico.
2.3. El Señor enseñó sobre las bienaventuranzas que hacen del súbdito del reino un
ser feliz. Ahora pasa a ilustrar la influencia que estos súbditos del reino deberían ejercer.
3. Interpretación de la parábola.
3.1. La sal.
3.1.1. La sal no es antiséptica, es decir que cura la corrupción, sino aséptica, es decir, que no puede contaminarse con ella.
3.1.2. La sal no cura lo infectado, ni restaura lo corrompido, pero impide que se propague la infección.
3.1.3. Si la carne está corrompida la sal no la restaura.
3.1.4. Si la sal pudiera perder su sabor, "se vuelve necia" (literalmente traducido) no tendría ninguna utilidad.
3.1.5. La sal produce sed en el que ingiere.
3.2. El creyente debe ser en el mundo lo que la sal es entre la corrupción.
3.3. La parábola enseña la necesidad de que el creyente sea verdaderamente santo.
III. LA PARABOLA DE LA LUZ Y LA CIUDAD. (Mt.5:14-16).
1. La ocasión.
1.1. Con motivo de las enseñanzas de Cristo sobre la ética en el Reino.
1.2. Pronunciada durante el Sermón del Monte.
2. La enseñanza.
2.1. El creyente ha de manifestar visiblemente una vida vivida en la esfera de la luz, semejante a la luz que manifiesta una ciudad edificada sobre un monte.
2.2. La esfera de testimonio, no sólo ha de manifestarse a los muchos (figura de la ciudad), sino también
a los pocos y más íntimos, como la luz puesta en un candelero dentro del hogar.
3. Interpretación de la parábola.
3.1. La luz.
3.1.1. Disipa las tinieblas.
3.1.2. No puede ocultarse a la vista cuando brilla en la oscuridad.
3.2. Cristo dijo de Sí mismo: "Yo soy la luz del mundo" (Jn.8:12).
3.3. También calificó así a los creyentes (v.14).
3.4. Cristo brilló en las tinieblas (Jn.1:4-5).
3.5. Del mismo modo ha de ser la vida de aquel que está en Cristo.
3.6. Las tinieblas no fueron capaces de ocultar la luz, sino todo lo contrario (Jn.1:5).
3.7. De igual modo el creyente ha de brillar en medio de un mundo entenebrecido.
3.8. Esta manifestación de luz debe ocurrir en todo lugar y en toda ocasión (v.16).
APLICACION PERSONAL
1. Cristo desea poner de releve el carácter del creyente mucho más que sus obras.
1.1. El creyente obra por lo que es, no es por lo que obra (Stg.2:17,18,26).
1.2. La sal y la luz, operan en virtud de lo que son, por eso es necesario que conserven su identidad para que
puedan mostrar su actividad.
2. Cristo hace una afirmación enfática: "Vosotros sois"
2.1. No es algo optativo, sino definitivo, el verbo está en tiempo presente.
2.2. Cristo señala una condición incuestionable: el creyente es la sal de la tierra.
3. La aplicación actual a la parábola de la sal.
3.1. El creyente no va a mejorar el mundo con su presencia.
3.1.1. Eso sería tener un concepto erróneo de lo que es el mundo a los ojos de Dios, algo totalmente corrompido y orientado al mal.
3.2. La sal es aséptica, está en medio de la corrupción pero esa corrupción no le afecta.
3.3. El creyente ha sido sacado de la masa de pecado que es el mundo, por la obra poderosa de Dios (Ef.2:1-6; Col.1:13).
3.4. El propósito de Dios al hacer esta (Ef.1:4).
3.5. Dios demanda del creyente una vida de separación para él. (Jn.17:15-17).
3.6. El compromiso del creyente en este sentido ha de ser tan notorio que incluso moleste al mundo por su comportamiento
diferente (1.P.4:3-4).
3.7. La sal está destinada a producir sed.
3.8. La vida santa del creyente ha de servir para que los que lo observen, deseen tener lo que él tiene
en Cristo.
3.9. Hay una solemne advertencia, de manera que si un creyente no está actuando como debiera, lo único
que puede esperar es ser tratado conforme a su inutilidad (v.13).
4. La aplicación que debemos dar hoy a la parábola de la luz.
4.1. La Biblia enseña que los creyentes son la familia de la luz (1.Ts.5:5).
4.2. El creyente está puesto para ser un gran luminar, no una luz pequeña y mortecina (Fil.2:15).
4.2.1. La luz que el creyente manifiesta no es luz propia, sino la luz verdadera que es Cristo y que vive en El (Col.1:27;).
4.2.2. El creyente brillará en la medida en que Cristo viva sin impedimentos en él (Ef.5:8).
4.3. Andar en luz exige una vida de limpio testimonio acorde con la nueva vida recibida en Cristo.
4.3.1. Brillar, lucir, es vivir a Cristo mismo y reflejar al Señor (Gl.2:20; Fil.1:21).
4.4. Andar en la luz, brillar, ser luz, permite señalar el rumbo al que vive en tinieblas, lo que es un cumplimiento fiel de la comisión de Cristo (Hch.1:8).
4.5. Quien es luz, no puede esconder esa condición.
4.5.1. No sólo ha de brillar en el mundo, sino también en el hogar, siendo ejemplo a la familia de las virtudes de Cristo (1.P.2:9).
4.6. El cristiano debe brillar también en la casa de Dios.
4.6.1. Siendo ejemplo para los más jóvenes en el evangelio (1.Ti.4:12; Ti.2:7-8).
4.6.2. Los ancianos han de brillar en la iglesia (1.P.5:2-3).
4.7. El testimonio cristiano debe ser una evidencia ante todos (v.16).
5. La expresión cotidiana de esa condición (v.16).
5.1. El mundo debe ver "vuestras buenas obras".
5.2. Un creyente no sólo habla de Cristo, sino que expresa a Cristo por medio de su vida (Gl.2:20; 1.P.3:1).
5.3. Todo lo que un creyente haga en su vida afecta al testimonio del evangelio.
6. Las consecuencias que traerá el comportamiento fiel de un cristiano (v.16).
6.1. Los hombres glorificarán a Dios al ver el testimonio del creyente.
6.2. LHO