ESTUDIO 10
LA GRAN CENA
Pasaje: Lc.14:15-24.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1. Considerar, a la luz de la Escritura, la parábola sobre "la gran cena".
2. Determinar la ocasión y razones por las que Cristo la pronunció.
3. Conocer el significado de la misma.
4. Conocer y aplicar a la vida personal, la lección que contiene.
TAREAS
1. Dedicar tiempo a la oración preparándose para el estudio.
2. Leer varias veces el pasaje propuesto y, a ser posible, en versiones diferentes.
3. Estudiar la parábola sin ayuda alguna, anotando las lecciones y significado que se encuentren.
4. Estudiarla nuevamente con ayuda de las notas y contrastar los resultados.
5. Responder a las preguntas de repaso.
INTODUCCION
El reino milenial de Jesucristo se compara, en la Escritura, con un banquete. Ese reino tiene que ver, muy especialmente, con Israel. Por tanto, el aquel tiempo, el Rey hará provisión abundante de todo lo necesario para quienes entren al reino. En su retorno a la tierra el Rey vendrá para establecer el reino que ya había sido anunciado en el pacto de Dios con David. Ese reino, llamado "milenial" porque se manifestará durante mil años en esta tierra, es un reino eterno. Transciende a la creación actual y se manifiesta, en forma plena y continuada, en la nueva creación de Dios. Muchos pasajes de la profecía revelan la gloria de aquella dispensación (a modo de ejemplo Is.11:1-10; Am.9:13-14). Esa constituía, en tiempos de Cristo, la esperanza de Israel, de ahí la exclamación de uno de los que escucharon a Jesús (Lc.14:15).
I. LA PARABOLA DE LA GRAN CENA (Lc.14:15-24).
1. La ocasión.
1.1. Con motivo de la invitación que un fariseo hizo a Cristo para que comiera con él (14:1)
1.2. Jesús aprovechó, como siempre hacía, la ocasión para enseñar sobre los
principios éticos y espirituales, del Reino del Mesías.
1.3. Por lo menos uno de los invitados lo entendió así (v.15).
1.4. Jesús hizo una advertencia mediante la parábola.
2. La enseñanza.
2.1. Cristo había ofrecido el reino a Israel, pero había sido rechazado abiertamente por quienes se consideraban "dignos".
2.2. Dios abre una oportunidad para aquellos que eran considerados "indignos" de disfrutar de las bendiciones de Dios.
3. La interpretación.
3.1. La cena era, muy probablemente, una cena de bodas.
3.2. La costumbre hebrea.
3.2.1. Cuando se celebraba el compromiso entre el novio y la novia, se enviaban invitaciones a todos los que se deseaba que estuvieran presentes en la fiesta de las bodas.
3.2.2. Entre el compromiso matrimonial y la celebración de las bodas, pasaba bastante tiempo, generalmente
en torno a un año, por lo que los convidados tenían tiempo, más que suficiente para arreglar
todos sus asuntos de modo que no tuvieran impedimento alguno para estar presentes en el banquete.
3.2.3. A pesar de ello, próxima la celebración de la boda, el padre del novio enviaba a sus criados
para "recordar"
que había llegado esa fecha (v.17).
3.2.4. La invitación obedecía a un verdadero "pacto", en el que se establecía el compromiso del padre del novio que preparaba
la cena, y el de los invitados que aceptarían la invitación en el tiempo convenido.
(1) A esto se refiere Pablo cuando habla de los "pactos de la promesa" (Ef.2:12).
3.3. Hay un énfasis marcado en el tiempo que hay entre la primera y la segunda invitación (v.17).
3.3.1. A través de todo el Antiguo Testamento, Dios estuvo haciendo una invitación a la nación de Israel para que estuvieran dispuestos para la llegada del momento en que el Mesías viniera para establecer el Reino.
3.3.2. Tanto Cristo como Juan, hicieron "la segunda invitación" a Israel en el tiempo oportuno (Mt.3:2; 4:17).
3.4. Durante todo el tiempo del ministerio de Cristo, la nación de Israel tuvo tiempo suficiente para una respuesta positiva a la invitación que Dios les hacía.
3.5. La nación entera rechazó a su Mesías, al igual que se produjo un rechazo de todos los
invitados en la parábola (vv.18-21)
3.6. Israel puso excusas, representado en la frase de la parábola: "te ruego que me excuses" (vv.18,19).
3.7. La consecuencia: "no
puedo ir"
(v.20).
3.8. El banquete preparado no quedará sin convidados.
3.8.1. Se envía a recoger a todos los que no eran dignos de estar sentados en aquel lugar (v.21).
3.9. La invitación se extiende fuera del ámbito de la nación de Israel (v.23).
3.9.1. Habiendo lugar para todos los que acudan, se insta a que sean buscados los que andaban errantes por los caminos, en una clara referencia a los gentiles.
3.9.2. Anteriormente los discípulos habían recibido un mandamiento de llamar a los primeros convidados
(Mt.10:5-6).
3.9.2. Luego, ya que los tales habían despreciado la invitación, se encomienda una invitación
general (Mt.28:19; Mr.16:15-16).
3.0. Una triste sentencia (v.24).
3.0.1. Aquellos pensaron que tenían tiempo suficiente para prepararse para el banquete y olvidaron por completo el tiempo marcado para el mismo.
3.0.2. Cristo enseña el peligro de rechazar la invitación: Ninguno tendría otra oportunidad.
3.0.3. La invitación no garantiza la participación. Fueron invitados, pero no participaron del banquete.
APLICACION PERSONAL
1. La gracia abundante de Dios se manifiesta en la ilustración de la "Gran Cena".
1.1. La generosidad del banquete se aprecia en la abundancia de bienes provistos, y en la presencia del que lo hizo.
1.2. Hay una invitación reducida, en primera instancia, no convidó a todos, pero si convidó
a muchos.
1.2.1. Esta es una clara referencia a Israel, como se indica antes en la "interpretación" (Mt.10:5-6).
1.3. La invitación de la gracia, es una invitación apremiante (v.17).
1.3.1. Este es el tiempo aceptable y el día de salvación (2.Co.6:2).
1.3.2. Es urgente aceptar la invitación porque "todo está dispuesto".
1.4. Dios no rechaza a nadie, son los hombres quienes no quieren venir a Él (Jn.6:37; 5:40)..
2. Las excusas dadas.
2.1. La respuesta de rechazo a la gracia de Dios (v.18a).
2.2. Todos dan excusas inconsistentes para no atender a la invitación.
2.3. La primera excusa (v.18).
2.3.1. Este hombre alega necesidad, cuando lo que le falta es voluntad.
(1) Podía perfectamente ir a ver su compra al día siguiente.
(2) Si la invitación era para una cena, no tendría tiempo ni luz bastante para ver lo que había
comprado.
(3) Nadie compra una propiedad sin haberla visto antes.
2.3.2. Es una de las disculpas más usuales para rechazar la gracia de Dios (Lc.13:34).
2.4. La segunda excusa (v.19).
2.4.1. En la primera se alegaba necesidad, ahora se alega "inconveniencia".
2.4.2. Aceptar la invitación significaba cambiar los propios planes y, el invitado, no estaba dispuesto a tal cosa.
2.4.3. Las cosas personales y legítimas pueden resultar fatales si desvían la atención de
las demandas de Dios.
2.5. La tercera excusa (v.20).
2.5.1. Es la más indigna de todas, porque presenta una falsa "imposibilidad" para aceptar la invitación.
2.5.2. Los otros no podía llevar consigo sus "tesoros" pero este podía llevar a su esposa.
2.5.3. Los otros presentaron una excusa pero este, sin ninguna cortesía, ni siquiera lo hace.
2.5.4. Los otros, aunque no tenían disculpas, alegan motivos de trabajo, pero el recién casado era
dispensado por ley de toda ocupación durante un año (Dt.24:5).
2.6. Todos desprecian la invitación de la gracia por los placeres temporales.
3. La indignación del dueño de la casa (v.21).
3.1. Los que rechazan la invitación del evangelio continúan voluntariamente bajo la ira de Dios (Rom.2:4).
3.2. La ira de Dios es algo verdaderamente serio (He.10:31).
3.3. La sentencia del dueño de la casa es sumamente triste (v.24).
3.4. La gracia rechazada es gracia perdida.
4. La bendición de Dios en el momento actual.
4.1. Muchos de los judíos comenzaron a entrar al banquete (v.21).
4.1.1. Mientras que los fariseos ponían excusas y quedaban fuera.
4.2. Había aún mucho más lugar, por lo que la invitación de la gracia se extiende a los gentiles (v.23; Ef.2:12,19).
4.2.1. El evangelio alcanza a los que no tenían derecho a los pactos de la promesa (Ef.2:12).
4.2.2. El evangelio invita a todo lo vil y menospreciado (1.Co.1:27).
4.2.3. Todo aquel que acuda será recibido (Jn.6:37).
3. El mensaje del evangelio ha de ser proclamado como una invitación urgente (v.23).
3.1. Primeramente el mandamiento no admite demora: "ve inmediatamente..."
3.2. En segundo lugar ha de ser directo y apelante con una clara indicación de la responsabilidad de rechazar la invitación hecha por Dios.
3.2.1. Debe temerse en cuenta que el desprecio de la invitación del evangelio no es el simple rechazo de una oferta, sino el quebrantamiento de un mandato de Dios (Hch.17:30).
3.2.2. Debe notarse que las invitaciones que Dios hace al pecador, están expresadas siempre en modo imperativo
(Mt.11:28).
4. El aliento para el que predica el evangelio (v.23).
4.1. Siempre habrá lugar para un pecador mientras Dios permita predicar el evangelio.
4.2. No se conoce por cuanto tiempo más se podrá evangelizar.
5. Una aplicación para el creyente.
5.1. Aunque la parábola tiene que ver directamente con la aceptación o el rechazo de la invitación de Dios, se puede encontrar una aplicación a la vida cristiana en las disculpas dadas por los invitados.
5.2. La primera excusa debe conducir a una reflexión sobre la prioridad de los intereses personales frente
a las demandas de Dios (v.18).
5.2.1. La primera disculpa es la típica del creyente que tiene más interés en sus riquezas, negocios, posesiones, situación social, etc. que en el compromiso con el Señor y sus demandas.
5.2. La segunda excusa apunta hacia eH