ESTUDIO 13
EL RICO Y LAZARO
Pasaje: Lc.16:19-31.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1. Conocer directamente por medio del texto bíblico la parábola sobre el "rico y Lázaro".
2. Entender las razones por las que Jesús pronunció la parábola.
3. Descubrir el significado de la misma.
4. Establecer las aplicaciones que pueden destacarse para el momento actual.
5. Ajustar la vida personal consecuentemente con la enseñanza de la parábola.
TAREAS
1. Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y dirección del Señor sobre el estudio.
2. Leer el pasaje propuesto varias veces y, si fuera posible, en versiones distintas.
3. Estudiar la parábola sin ayuda alguna, determinado el significado de la misma y anotando las lecciones
personales que se encuentren.
4. Estudiarla nuevamente con ayuda de las notas y contrastar los resultados.
5. Responder a las preguntas de repaso.
INTRODUCCION
Jesucristo había estado señalando a los fariseos como amadores de las riquezas y malos administradores de las mismas. Las enseñanzas del Señor eran recibidas con burla por aquellos (v.14). El amor al dinero estaba tan arraigado en la teología y en la práctica de los fariseos, que se convertía para ellos en un mal. Ellos pensaban que un hombre rico era un hombre bendecido por Dios, mientras que un mendigo era alguien a quién Dios había despreciado. Ese supuesto les conducía incluso a pensar que, en el supuesto caso de que Dios tuviera que elegir entre dos personas, eligiría al que tuviera riqueza. No se suponían que un mendigo fuera objeto de aceptación por parte de Dios, mientras que un rico pudiera perderse.
I. LA PARABOLA DEL RICO Y LAZARO (16:19-31)
1. La ocasión.
1.1. Con motivo de enseñar a sus discípulos el uso correcto de las riquezas y mostrarles la inutilidad de las mismas para alcanzar el favor de Dios.
2. La lección.
2.1. Cristo respondió a dos preguntas por medio de la parábola.
2.1.1. ¿Cuál es el peligro de servir, esto es, hacerse esclavo de las riquezas?
2.3.1. ¿Cual es el resultado de buscar afanosamente las posesiones materiales?
3. La interpretación.
3.1. Un contraste marcado.
3.1.1. Un hombre rico.
3.1.2. Un hombre pobre, hasta el extremo de no tener nada.
3.2. El hombre rico.
3.2.1. Podía disfrutar de todos los lujos y comodidades de la vida (v.19).
(1) Sus vestidos eran espléndidos, propios de un rey.
(2) Hacia un banquete diario con absoluta disipación.
3.3. El mendigo (vv.20-21).
3.3.1. Era un hombre enfermo, demasiado débil para caminar, de modo que tenía que estar acostado, literalmente "yacía" a la puerta del rico.
(1) Posiblemente alguno de sus amigos o familiares lo dejaban en la mañana en ese lugar pensado que si alguien podía beneficiarle con algo, era el rico que habitaba aquella casa.
3.3.1. Era un hombre enfermo con aspecto repugnante.
(1) Lleno de llagas que nadie aliviaba, salvo algún perro vagabundo que, pasando por allí, se las lamía.
(2) Confiaba que su aspecto y pobreza moviese al rico a tener misericordia de él.
3.3.2. Era un hombre hambriento que se conformaría con cualquier cosa, incluso con las sobras que los perros de la casa dejaban, de lo mucho que caía de la mesa del rico.
3.4. Un pensamiento equivocado.
3.4.1. Según la teología de los fariseos el rico era una persona bendecida por Dios, por tanto su vida y comportamiento tenían que ser aprobados por El.
3.4.2. Sin embargo su conducta mostraba un comportamiento incorrecto delante de Dios.
3.4.3. La ley exigía compasión hacia el prójimo amándole como a uno mismo (Lc.10:27).
3.4.4. El rico veía la necesidad del mendigo, estaba a su puerta.
3.4.5. El rico podía suplir sus necesidad porque era sumamente rico.
3.4.6. No se compadeció del mendigo.
3.4.7. Su vida demuestra que no había cumplido con la rectitud que Dios demandaba de él, es decir,
no era un hombre perfecto como se consideraba.
3.4.8. Había tenido muchas oportunidades de mostrar misericordia sin esforzarse en buscar al necesitado
que cada día estaba a la puerta de su casa, pero las había rechazado siempre.
3.5. El destino de esos hombres (vv.22-23).
3.5.1. Tan diferente, como diferente había sido su vida.
3.5.2. El mendigo muere y es llevado por los ángeles al seno de Abraham.
(1) El "seno de Abraham" era una expresión típica de los judíos para referirse a la presencia de Dios.
(2) En contraste con la enseñanza de los fariseos de que los mendigos eran gentes rechazadas por Dios, Jesús
señala que el mendigo fue llevado, después de su muerte, directamente a la presencia de Dios.
3.5.3. El hombre rico muere, es sepultado y su lugar es el de condenación eterna.
(1) En lugar de gozar de las bendiciones eternas de Dios como pensaban, por las riquezas recibidas en vida, es atormentado lejos de Dios.
(2) Antes se enorgullecía delante del mendigo, pero ahora lo envidiaba, al ver las bendiciones que disfrutaba, en contraste con el lugar de condenación donde estaba.
3.5.4. El mendigo era pobre en posesiones materiales, pero también era pobre en espíritu, por lo que era bienaventurado (Mt.5:3).
3.6. La realidad del tormento eterno (v.24).
3.6.1. Comparado con el quemarse.
3.6.2. El hombre rico experimentaba este tormento y pedía que Dios le mostrase su compasión.
3.6.3. La gran ironía del rico: quién nunca quiso mostrar compasión con el mendigo, pide ahora
que sea el instrumento por el que Dios le muestre compasión a él.
3.6.4. El rico confiesa la magnitud de su tormento, cuando dice: "estoy
atormentado (lit.en agonía) en esta llama".
3.7. La respuesta a la petición del rico (v.25).
3.7.1. Abraham le responde llamándole hijo.
3.7.2. La teología de los fariseos suponía que Abraham estaba a la puerta del lugar de los muertos
impidiendo que todo descendiente suyo pasara a ese lugar.
3.7.3. Ese hombre estaba relacionado con Abraham por la carne, pero en modo alguno estaba relacionado con él
por su fe.
3.7.4. Sin la fe, como Abraham, nadie podrá salvarse (Gá.3:6; Rom.5:1; Ef.2:8).
3.7.5. El rico pensaba que estaba eternamente salvo, por ser rico y por ser descendiente físico de Abraham.
3.7.6. Cristo está mostrando que ninguna de las dos cosas eran suficientes para la salvación.
3.7.8. Las posesiones son intransferibles a la eternidad.
(1) Si fuera posible transferirlas, con toda su riqueza hubiera podido comprar un vaso de agua para satisfacer su sed.
(2) Ahora son sólo un recuerdo triste para él.
3.8. Un destino eterno (v.26).
3.8.1. Un abismo insalvable separa a los justos de los perdidos.
3.8.2. El destino se establece en la vida.
3.8.3. La imposibilidad de practicar la misericordia con los miserables que ya están condenados.
3.8.4. Su destino está sellado con la muerte física.
3.9. La realidad de una vida consciente después de la muerte (v.23).
3.9.1. El rico podía conocer a Abraham y a Lázaro.
3.9.2. Podía hablar y suplicar (v.24).
3.9.3. Tenía recuerdo claro de lo que había disfrutado en su vida.
3.9.4. Sabía de la familia que había quedado en la vida terrenal.
3.9.5. Sabía que la actitud de sus hermanos era la misma que le había caracterizado a él y
que le había llevado a ese estado, por lo que pide el envío de Lázaro.
3.0. La revelación divina, es la única forma dispuesta por Dios para que el hombre escuche, obedezca y se salve (v.31).
3.0.1. No son por otros mensajes, sino por el mensaje de la Palabra de Dios, expresado aquí por la ley y los profetas.
3.0.2. Lo que la Palabra de Dios dice es suficiente y no es preciso que nadie añada, ni que nada sea añadido
a lo que ella revela.
APLICACION PERSONAL
1. Las riquezas deben ser bien administradas.
1.1. El hombre rico de la parábola tenía ocasión de practicar la misericordia, como la ley exigía (Lv.19:18; Lc.10:27; Stg.2:8).
1.2. El rico de la parábola, hacia ostentación de sus bienes, vistiéndose ampulosamente y
derrochando en suntuosos banquetes, mientras un pobre hambriento y enfermo estaba a la puerta de su casa deseando
alimentarse de los restos que caían de la mesa.
1.3. Dios ha dado riquezas, en algunas ocasiones, al creyente, convirtiéndolo en un simple administrador
de lo que le fue dado.
1.3.1. El creyente ha sido comprado por Dios, por tanto lo que él es y lo que tiene pertenecen íntegramente a Dios (1.Co.6:20; 7:23; 1.P.1:18-19; 2.P.2:1; Ap.5:9).
1.3.2. Dios demandará al creyente cuentas de su administración.
1.4. Poseer riquezas no es pecado, pero lo es amar las riquezas y vivir para conseguirlas (1.Ti.6:10)
1.4.1. El anhelo del creyente no deben ser las riquezas temporales (Mt.6:19).
1.5. El creyente no debe desear enriquecerse.
1.5.1. La Biblia enseña claramente que el creyente debe "desistir" de hacerse rico (Pr.23:4).
1.5.2. Deberá aceptar la riqueza, si Dios se la proporciona, porque esa será su voluntad, pero en
modo alguno debe vivir para enriquecerse.
1.5.3. El creyente que desea enriquece está expuesto a caer en tentaciones (1.Ti.6:9).
1.5.4. El objetivo del creyente en cuanto a sus posesiones (1.Ti.6:6-8).
1.6. El creyente debe compartir sus bienes con los necesitados.
1.6.1. El Señor habla de la madurez espiritual en este sentido (Mt.19:21).
1.6.2. Quién no comparte con el necesitado, está manifestando que tal vez no ha nacido de nuevo (1.Jn.3:17;
4:20-21).
1.6.3. No es suficiente orar por el necesitado, es necesario acudir a su necesidad (Stg.3:15).
(1) La expresión "id en paz", era la fórmula habitual de despedida. (1.S.1:17; 20:42; 2.S.15:9; Mr.5:34; Lc.7:50; Hch.16:36)
(2) Para que pudiera "ir en paz" había que asegurarse antes de que tenía lo necesario para el camino.
(3) Aquellos que decían: "calentaos y saciaos", estaban diciendo realmente, buscad otro que os de calor y sustento.
(4) El creyente ha de compartir sus bienes mientras los tenga porque no son suyos, sino una provisión de
la gracia.
1.7. El creyente espiritual da más de lo que humanamente hubiera sido una gran generosidad.
1.7.1. Primeramente se da a sí mismo (2.Co.8:5).
1.7.2. Después todo cuanto tiene (2.Co.8:1-4).
1.7.3. Este compartir dando todo, es la mayor manifestación de fe, según el ejemplo de la viuda que
"dio todo su sustento"
(Mr.12:43-44).
1.8. El creyente espiritual tiene siempre delante de sí, el ejemplo del Señor (Gá.2:20b).
1.9. El creyente debe observar atentamente donde está puesto su corazón, porque eso condicionará
el modo de actuar en su vida (Lc.12:34).
2. Las riquezas o la pobreza no deben servir para hacer acepción de personas.
2.1. El rico menospreciaba al pobre, cuando era su prójimo.
2.2. Del mismo modo es clara la enseñanza de la Escritura (Stg.2:1-4).
3. Las riquezas y la salvación.
3.1. Las riquezas no garantizan la salvación,ni conducen, por sí mismas, a la perdición de nadie.
3.2. La vida no consiste en la abundancia de bienes, sino en una correcta relación con Dios (Lc.12:21).
3.3. El que pone las riquezas en primer lugar perderá la vida eterna (Lc.18:23-25).
3.4. El hombre de la parábola consideraba, equivocadamente, que era una persona bendecida por Dios, de modo
que tendría garantizada la vida eterna.
3.5. El evangelio demanda de los hombres que dejen todo cuanto son para rendirse incondicionalmente a Dios.
3.6. Debe predicarse el compromiso cristiano y sus demandas, para que el pecador sepa con seguridad qué
pide Dios de él.
3.7. Al rico de la parábola no se le pedían las riquezas de Abraham, sino la fe de Abraham para entrar en el cielo.
4. La ascendencia familiar no garantiza la salvación.
4.1. La equivocación del rico era pensar que por ser hijo de Abraham, según la carne, era heredero del cielo.
4.2. Pablo enseña claramente que no es por ascendencia, sino por fe (Rom.9:6-7).
4.3. Los hijos de creyentes han de recibir a Cristo por fe al igual que sus padres; los miembros de la familia
se salvan todos de la misma manera (Hch.16:31).
PREGUNTAS DE REPASO PARA EL ESTUDIO 13
1. ¿Qué quiso enseñar Jesús con la parábola del rico y Lázaro?
2. ¿A qué dos preguntas responde Cristo por medio de esta parábola?
3. Indica los contrastes que encuentras entre el rico y Lázaro.
4. ¿Cómo era la ropa del rico?
5. ¿Cada cuanto tiempo hacía banquete?
6. ¿Cuantos hermanos tenía el rico?
7. Da las principales característica de Lázaro.
8. ¿Cuál era el aspecto de Lázaro?
9. ¿Cuál era el pensamiento de la teología de los fariseos sobre las riquezas y la pobreza?
10. ¿En qué lugar se colocaba Lázaro?
11. ¿Podía fácilmente el rico suplir las necesidades de Lázaro?
12. ¿A donde fue llevado el rico después de su muerte?
13. ¿Cuál es el destino de Lázaro al morir?
14. ¿En qué era pobre Lázaro además de en posesiones materiales?
15. ¿Es una realidad el tormento eterno, o como afirman los Testigos de Jehová es solo una historia
sin fundamento?
16. ¿Qué significa el "seno de Abraham"?
17. El rico se enorgullecía en vida delante del mendigo, pero después de su muerte ¿qué
siente por él?
18. ¿Qué petición hace el rico para sí mismo desde los tormentos?
19. ¿Cómo señala la realidad de su tormento?
20. ¿Qué respuesta recibe a la primera petición?.
21. ¿Cuál es la segunda petición del rico en relación con sus hermanos?
22. ¿Qué respuesta recibió a esta segunda petición?